Soy Carla Canto. Cantante, compositora, pedagoga de la voz y exploradora del sonido. Desde hace más de 20 años, me dedico a la música, la enseñanza y la creación como un camino de búsqueda, conexión y transformación.
Nací en Bolivia y mi recorrido artístico siempre ha estado marcado por el deseo de ir más allá de lo técnico: de hacer del arte un puente entre la vida, el cuerpo y la naturaleza. Comencé como cantante moderna, pero muy pronto me sentí llamada por un universo más amplio: el canto ancestral, la música popular, el canto lírico, la composición y los instrumentos nativos.
Con el tiempo, también me formé en pedagogía vocal, música latinoamericana y contemporánea, y actualmente me estoy especializando en dirección orquestal y arreglos, ampliando mi lenguaje hacia la escritura para ensambles y orquestas.
A lo largo de los años, tuve la dicha de aprender junto a grandes maestros y maestras de distintos territorios, como Sergio Aschero, creador de la numerofonía, y muchas otras voces que me compartieron saberes orales, técnicas y experiencias vivas. Me he presentado en escenarios dentro y fuera de Bolivia, y he creado performances, proyectos colectivos, obras sonoras y colaboraciones que entrelazan la memoria, la sanación y lo comunitario.
Una parte central de mi búsqueda tiene que ver con el canto no verbal y relacional, ese canto que nace del cuerpo y que se abre a lo más profundo: la escucha, el paisaje, la ancestralidad, la comunicación con personas neurodivergentes o con necesidades especiales. Me interesa la voz como lenguaje sensible, como territorio, como posibilidad de encuentro.
Como profesora, he acompañado a muchas personas en su camino vocal, con un enfoque que une técnica, cuerpo, expresión, biografía y libertad. Hoy doy clases online y presenciales, y coordino Puente Sonoro, un espacio donde confluyen la pedagogía vocal, la exploración sonora, la composición, la cantoterapia y la musicoterapia.
Mi voz ha sido mi hogar, mi instrumento de trabajo y también un espejo de mis propias transformaciones. Sigo aprendiendo a cuidarla, a sanar con ella, a compartirla… y a abrir espacios para que otras voces también encuentren su lugar.







